Os invitamos a descubrir Barcelona, sus tradiciones e historia, a través de las recetas que me enseñaron mis abuelos y después mis padres.
Las recetas de mis abuelos
En esta casa vivieron mis abuelos, Aurea y Norberto, desde 1936. Aquí nació mi padre, a finales de la Guerra Civil Española. Durante la contienda cayeron bombas muy cerca, lo que obligó a mis abuelos a abandonar su hogar durante un tiempo. Pero este apartamento también fue testigo de muchas alegrías: nacimientos, bodas y grandes celebraciones que aplacaron los tiempos difíciles.

Mis abuelos eran de un pueblecito de pescadores de la Costa Brava, Palamós. Un lugar donde las tradiciones y la gastronomía se transmiten de generación en generación. Hoy, Palamós es célebre por sus gambas, sus anchoas y sus recetas de mar y montaña, características de nuestra cocina.
Para mis abuelos, reunir a la familia en torno a la mesa era sagrado. Antes del almuerzo era el momento de “Fer el Vermut”. Para los catalanes significa reunirse con la familia y los amigos. Tomar un vermut o una caña y unas tapas. Patatas chips, berberechos, almejas, aceitunas, boquerones… Es el preludio de una gran comida catalana. Mi abuelo era un experto en preparar las anchoas y la salsa para aliñar las almejas. Los niños nos volvíamos locos con este pequeño festín.
Cocina con certificado de Excelencia
La cocina de mis abuelos era sencilla, pero mi abuela Áurea cocinaba unos arroces maravillosos, desde la paella a la especialidad de aquí, el arroz de “cassola”, que podía ser de pescado o de pollo y marisco. Sencillamente espectacular. Su olor nos embriagaba en torno a la mesa, en la que nunca faltaba una gran ensalada o una ensaladilla rusa, el pan con tomate o simplemente con aceite de oliva y sal y un segundo plato de carne o pescado era obligado. Todo regado con vino de la tierra.
En ocasiones, mi abuelo sacaba su porrón con cava, decía que así salían los buenos espíritus de la casa que nos acompañaban. De postre siempre fruta y dulces tradicionales, como la crema catalana acompañada de galletas y carquiñolis o mel i mató.
Finalmente, llegaba el café acompañado de frutos secos y licor de garnatxa, el “postre de músico”. Ese momento festivo en torno a la mesa podía durar horas, con largas conversaciones familiares, con chistes y adivinanzas, con poesías, pero también con discusiones políticas que calentaban el ambiente, mientras los niños correteábamos por toda la casa. En los días fríos del invierno, se jugaba a las cartas o al “juego de las palabras” en el que todos participábamos con más o menos éxito.
Cocina de generación en generación
Con 10 años me agarraba al delantal de mi abue –así la llamábamos cariñosamente- para ver cómo cocinaba. Era mágico sentir los aromas al mezclar los ingredientes, maridarlos o cocinarlos. Me enseñaba a pelar, a cortar, a amasar, a elegir los ingredientes y a saberlos combinar. Era mi chef particular, como más tarde lo fue mi padre, gran cocinero también. Aprendí a probarlo todo, a apreciar la calidad de los productos sencillos y frescos, a quitarme las manías de niña flaquita y a afinar mi paladar que se afiló con mis viajes por el mundo.
También tuve la suerte de pasar mis vacaciones hasta la edad adulta en Donostia- San Sebastián, otra capital gastronómica española, en casa de mi otra abue, Adelina, que era valenciana. Cocinaba unas paellas tan ricas que te dejaba sin palabras. Mi herencia gastronómica se alimentó también a base de picnics en las playas cantábricas, meriendas en caseríos, comidas en Sociedad Gastronómicas o cenas a base de pinchos increíbles por la Parte Vieja de la ciudad.
Cuando murió mi abuela de Barcelona compré con Olga el piso a mi familia. Adoramos esta casa, sus recuerdos y el barrio. Nuestra casa está en el límite entre dos grandes barrios de Barcelona, l’Eixample y Gràcia. Rehabilitamos la casa, respetando elementos originales. Así, me queda la esencia de aquellos años felices con mis abuelos.
¡Bienvenidos a Evohé Barcelona!
evohe barcelona
Latest posts by evohe barcelona (see all)
- Evohé! Barcelona among the best local chef in Barcelona - 13 de enero de 2021
- Tripadvisor - 22 de octubre de 2020
- ¡Regala experiencias culinarias! - 21 de octubre de 2020
- Daniel - 13 de octubre de 2020
- Lola - 13 de octubre de 2020
Sin duda la herencia gastronómica de la abuelita estará siempre presente en cada rincón de vuestra cocina. Sin duda será un éxito! !
¡Gracias Carol! Los buenos recuerdos siempre perduran y la herencia familiar siempre queda. Espero sacar lo mejor de todo ello. Creo que a la abuelita le gustaría.
Fantástico!!!!Aunque con un poquito de retraso me ha encantado leer un pedacito de nuestra historia.
¡Gracias Sara!! Yo creo que a los abuelitos les encantaría esta idea 😉