¡Fue mucho más de lo que esperábamos! ¡No es solo ir a un sitio a cenar, es toda una experiencia! Conocer a las anfitrionas, que son dos personas fantásticas, las historias de los platos y sus ingredientes y a los demás comensales. La comida es fantástica, el piso y la mesa impecables. La compañía y la charla inmejorables. ¡Es muy recomendable esa experiencia gastronómica!