Hay una frase del filósofo chino Lao-Tsé que expresa muy bien lo que os voy a contar: “Un viaje de mil millas comienza con el primer paso“.
En mis experiencias vitales por el mundo también he aprendido que cuando se tiene un sueño hay que correr tras él, antes de que se pierda en el horizonte. Y esto es lo que llevo haciendo desde hace un tiempo con mi compañera de vida y socia, Olga. Os puedo decir que nada es fácil, que todo cuesta, pero las cosas no nos van tan mal. Nuestro sueño se cumplió: Viajes, con aroma a café y cocina.
Esta feliz historia tiene un comienzo. En el 2013 decidimos dar una tregua a nuestras carreras profesionales para cumplir con un sueño anhelado, viajar sin brújula y reloj, en busca de nuevos alicientes, quizás de un cambio en nuestras vidas. Así emprendimos rumbo a Asia y durante medio año recorrimos Malasia, Camboya, Myanmar, Laos y Tailandia.
Volvimos de este maravilloso viaje con una idea inspiradora en la maleta, abrir un coffee shop. Queríamos unir dos de nuestras pasiones: el café y los viajes. Compartir la cultura del café y experiencias de viajes con nuestros clientes. Para ello, nos preparamos a conciencia durante meses, mientras buscábamos el local idóneo en Barcelona.
En enero del 2015, tras una larga búsqueda de locales y de luchar contra la burocracia y los precios abusivos de Barcelona, estuvimos a punto de tirar la toalla. Pero cuando persigues un sueño, te das cuenta de que también la gente que gira a tu alrededor te puede aportar más de lo que hubieras imaginado…
Una experiencia culinaria que une a cocineros e invitados de todo el mundo
Y así fue. En una noche de gin & tonics por Barcelona, en la que confesamos nuestras penurias entre efluvios etílicos, unas amigas nos pusieron una idea en bandeja: “Chicas, os habéis convertido en expertas en café, os gusta cocinar, os encanta recibir amigos y tenéis un bonito piso, ¿por qué no os apuntáis a la tendencia de invitar a cenar a gente en casa? La plataforma EatWith une a cocineros y anfitriones e invitados de todo el mundo”. Posiblemente nos estaba afectando las burbujas del elixir que nos estábamos metiendo entre pecho y espalda, pero la propuesta nos pareció tan simple como brillante.
Hemos viajado por medio mundo perdiéndonos entre tribus y aldeas donde disfrutábamos comiendo y durmiendo con los lugareños, que nos descubrían a través de sus vivencias y costumbres las maravillas de su país. ¿Por qué no hacer lo mismo en nuestra propia casa? Somos de Barcelona. Amamos Barcelona. Y lo mejor, conocemos sus secretos. Somos gente apasionada, amantes de la buena mesa y nos encanta recibir a gente en casa. ¿Qué más necesitábamos para comenzar?
Cocineras chef e invitados de todo el mundo en casa
Así nace evohé! Barcelona, experiencias culinarias en casa. Abrimos nuestras puertas para que la gente pueda disfrutar de nuestro particular viaje por lo mejor de la gastronomía catalana. Un menú heredado de nuestros abuelos y padres, que sabe a Mediterráneo y a historia. Una degustación de platos sabrosos, frescos, sin complejos, con un toque personal y mucho corazón.
No es un restaurante, ni mucho menos, sino pequeños eventos sociales en los que nuestros invitados disfrutan de nuestros platos en un ambiente privado y con la posibilidad de hacer nuevos amigos. Para la gente de fuera se añade el aliciente de conocer una casa privada y las costumbres de la ciudad a través de dos locales.
El café ha marcado nuestro destino
Lo bueno de este proyecto es que de nuevo el café adquiere su protagonismo, esta vez en nuestra mesa. Cafés de especialidad infusionados con técnicas baristas. What else? diría nuestro amigo Clooney, si los probara.
Como veis estamos que no paramos. Si antes de realizar el viaje de vida por el Sudeste Asiático, alguien nos hubiera dicho que nos premiarían por nuestros cinco años como chefs anfitrionas, con más de mil invitados llegados de todo el mundo, ¡no lo hubiéramos creído!
Está claro que nunca sabes qué te puede deparar el destino. Nosotras lo tenemos claro: si persigues tus sueños, es fácil que se hagan realidad.